Usa perfume nacional, se viste con ropa de segunda y regatea los precios en el supermercado. En el ámbito profesional tampoco suele darse demasiados lujos (a nosotros como espectadores, menos): no tiene títulos ni grandes hazañas en su vitrina y recién está haciendo sus primeras armas al frente de un primer equipo. Nicolás Giordano no se parece ni tiene por donde empezar para compararse con Carlos Bianchi. En nada. Pero ayer en conferencia de prensa se defendió de las críticas con un refrán en inglés. Si, el mismo que el Virrey había dicho en francés hace algunos días para cubrirse de las embestidas del periodismo. En otro idioma, pero con las mismas aspiraciones, el Gordo tomó el camino del técnico más ganador de la historia de Boca para excusarse del pobre nivel de su Dos con 30 en el empate 0-0 contra uno de los líderes. "Bad fortune, breave heart -ante la mala fortuna, buen corazón-", se defendió Giordano. En distinto idioma, pero en la misma sintonía de Bianchi. Un distinto.
A Jordan no le dio la talla para el francés, pero a su equipo si le dio la talla para afrontar el decisivo partido del sábado. Apenas pasado el mediodia, Dos con 30 visitó a uno de los líderes e invictos (había ganado todos los partidos que jugó) y si bien no pudo ganar, supo adaptarse al juego rival para evitar que le conviertan. Si bien fue superado ampliamente en cuanto a posesión del balón (96% a 4%) y llegadas de peligro (26 a 3), el 30 se agrandó en la adversidad y se trajó un punto para continuar en la lucha por el ascenso.
Dos con 30 quedó a 5 puntos de la zona de ascenso pero todavía hay ilusión: "Esto es muy largo, el objetivo aún es posible", confió el DT en la conferencia post partido. El sábado su equipo recibirá a otro líder con la esperanza de achicarle el margen de puntos.
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