"Nicolás Gilabert me salvó la vida"

"El que se va sin que lo echen vuelve sin que lo llamen", afirma el dicho popular que tan bien le cae al presente de Mariano Giardino. Él se fue (o abandonó) sin previo aviso y con contrato vigente y después de algunas semanas eligió volver. Si, si. Leyó bien: ese que nos ninguneó y nos llamó 'Tres con 50' (¿no te acordás? mirá) está nuevamente en el plantel profesional para jugar mañana el último partido del año de Dos con 30 y pelear por una posibilidad de ascenso directo. Esa llamada teléfonica en la que dijo no conocer a Dos con 30 y prefirió cortarnos, sumado a su soberbia y declaraciones: "En el 30 viví mis peores momentos como deportista", hacen que, por lo menos para el Sitio Oficial, sea considerado traidor. ¿Y para vos?

"No tenía donde caerse muerto", contó algún dirigente del 30 en las últimas horas, y agregó: "Estuvo a prueba en los Estados Unidos y no quedó por cuestiones ajenas a lo futbolistico". ¿Por qué Giardino no pudo continuar su carrera en norteamérica? Cuentan desde su entorno que, como en Buenos Aires, la noche lo perdió. Comenzó a ausentarse a los entrenamientos, a llegar a los fines de semana más agotado de la cuenta, rendía por debajo de su habitual rendimiento y lo peor: empezó a relacionarse con gente vinculada al mundo de la delincuencia, venta de drogas y armas. ¡El Guaje estaba perdido! "Un llamado de Nicolás Gilabert me salvó la vida. Me dijo: 'Volvé al ala, volvé a Dos con 30 que está todo bien'", admitió el hábil defensor zurdo. "Sin darme cuenta me había metido en algo jodido, no supe elegir a mi gente. Mi entorno era una basura", explicó con lágrimas en los ojos. "Por suerte eso ya pasó y ahora estoy donde siempre quise estar, mi lugar en el mundo: Dos con 30", admitió, ahora con más lágrimas: "Estas son de felicidad, jaja".

Hoy Giardino pasa sus mejores días en la Argentina, rodeado de bellas mujeres, autos de primeras marcas, ropa de primer nivel (traída de su excursión por Estados Unidos -y ni un regalo a sus amigos-), pero no olvidamos cuando desde norteamérica dijo no conocernos: "No se de qué hablás, ¿cómo voy a decir que no los conozco? bufiis", se defendió. No le creemos ni un poco, pero así es el Guaje. Por eso, intentaremos no darle otra vez la espalda y así evitar otra traición.

En el marco futbolístico, el team de Giordano debe ganar mañana y esperar resultados para volver a Primera. Muchos resultados. Es tan complicado que desde las entrañas del plantel toman este partido como el que servirá de base para la temporada entrante. El de cierre de año. Ese que se juega más distendido y en el que buscarán jugar sin presión para dar un buen espectáculo a la gente: "Se terminó el torneo para nosotros. Le pedimos perdón a la gente, queríamos ascender tanto como ellos pero no se dio", se disculpó el DT. ¿Esto quedará así? ¿La gente asimilará el no ascenso con un simple pedido de disculpas y a otra cosa? ¿Qué le pasa al entrenador? Como la Bombonera el sábado pasado, mañana el Estadio de AFIP hablará. Habrá que escucharlo...