Quilmes-Racing, el partido que no se jugó pero del que ya habla todo el mundo. ¿Será la expectativa que genera el deslumbrante nivel de juego que los protagonistas vienen desplegando o por el morbo de saber que uno de los dos equipos iría a jugar con tantas intenciones de ganar el partido como Macri de votar a Cristina en las elecciones presidenciales? ¿Dónde queda la dignidad de aquellos futbolistas que van para atrás? Me auto-respondo: Por el suelo. Es que se hace dificil poder pensar que alguien va a hacer algo mal a propósito, ¿o no? ¿En qué cabeza cabe el jugar a menos para beneficiar a otro? ¿Cómo hace el futbolista para salir a defender la camiseta que una semana antes desprestigió poniéndosela para perder adrede? Y a usted, que está leyendo estas líneas mientras, quizás, descansa de sus tareas profesionales, le propongo que piense qué haría en caso de que venga alguien vinculado a la competencia de su empresa y le ofrezca dinero a cambio de que usted complete mal las planillas de excell en su trabajo, o envie las encomiendas a direcciones equivocadas. ¿Sería moral y eticamente correcto? No tenemos respuestas para tantas preguntas, pero si estamos seguros de una cosa: la incentivación y el ir para atrás son moneda corriente en el fútbol argentino. No será ésta la última vez que debamos plantear el tema porque, lamentablemente, seguirá pasando. Uno de los comentarios escritos de manera anónima la semana pasada en la última publicación del Sitio Oficial desató la polémica: "No queremos cangrejos, queremos el ascenso". ¿Dos con 30 fue para atrás el sábado en su derrota 2-1 frente a Nacional? Mmmm.
Los cangrejos son animales crustáceos que, por lo general, viven cerca o dentro del agua, tienen dos pinzas que usan para comer y defenderse y, además, caminan para atrás. De todas estas caracteristicas, ¿cuál considera usted que ocasionó que alguien lo compare con Dos con 30? Si, adivinaron: el caminar para atrás, ¿Cómo el sábado Dos con 30? A los 16' (PT) Walter Giampetruzzi puso, cabezazo mediante, en ventaja al 30 tras una buena combinación con Ignacio Valdés, pero algo se quebró (no sabemos qué) cuando estaba promediando el primer tiempo. Dos con 30 cedió terreno y la posesión del balón a su rival, comenzó a equivocar pases, los laterales no cruzaban mitad de cancha, los mediocampistas dejaron de presionar y los centrales regalaban corners cual payaso caramelos en la feria barrial. Ya a los 13' del segundo tiempo, el trabajo estaba hecho: Dos con 30 perdía, de manera poco creíble, 2-1 y no estaba ni cerca de pisar el área rival. Pero cuando parecía que todo estaba terminado, al ingenuo árbitro del partido se le ocurrió cobrar un penal que solo él vio a favor del 30. Nicolás Gilabert se encargó de terminar el trabajo y enviar el penal a las nubes. Clink, caja.
Boca 1 - Oriente Petrolero 1 (1991), Independiente 0 - Vélez 3 (1995) y Gimnasia LP 1 - Boca 4 (2006), entre otros, integran la lista negra de partidos arreglados de algunos equipos para perjudicar a sus acérrimos rivales. Ahora, ¿Por qué Dos con 30 no quiso ganar su partido si no tiene clásicos rivales en esta divisional? Resta pensar en el beneficio económico que pudo haber percibido el plantel por parte de su rival del sábado, que debía ganar para seguir al tope de las posiciones. Dos con 30 quedó a 8 puntos de la zona de ascenso y con 6 equipos por encima en la tabla de posiciones, pero el plantel tiene el bolsillo lleno. Clink, caja.
No hay comentarios:
Publicar un comentario