Abril de 2012. Dos con 30 arrancó su camino en primera división con el pie derecho (2-0 vs. Atlético). Un día antes Humberto Gilabert, el DT por entonces, dio un paso al costado. Diferencias con los dirigentes y algunas actitudes por parte del plantel obligaron al entrenador a rescindir su contrato. El 30 se quedó sin su capitán. Si, la victoria en el debut calmó las aguas, pero desde las entrañas del club bien se supo que no se llegaría a buen puerto. Por esos días Nicolás Gilabert, defensor, sufrió una lesión que lo catapultó como el principal candidato para suceder a "h". "Técnico que debuta gana", cuenta un dicho futbolero. Y fue así nomás. Pero esa victoria en el debut fue la única del ciclo de "Chila": 1 PG, 1PE, 4PP. 3 meses después, la recuperación del marcador central se hizo efectiva y volvió a formar parte del plantel de futbolistas y el 30, nuevamente sin conducción. En uno de los peores momentos de su historia se encuentra sin guía, sin un referente capaz de analizar con frialdad los partidos y tomar decisiones. Así está Dos con 30, acéfalo.
Como verán los problemas no están unicamente en el funcionamiento, en el engranaje futbolístico. Dos con 30 se está yendo al descenso dentro y fuera de la cancha. Puede que los resultados impulsen a estas cuestiones, pero es innegable que sin un conductor fuera de la cancha no se pueden lograr cosas importantes. O por lo menos es dificil. Muy. Así está Dos con30, acéfalo.
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